Sábado, 21 de noviembre, 2001
El gato del demonio.
Los tenemos encerrados en su propio plan.
Por la mañana fui a la comisaría, como siempre, le pedí a Bill que me diera un informe de los lugares atracados y la figura abstracta que ya no era tan abstracta.
Después de comer me puse a ver la tele y a inspeccionar la figura, ¿qué era?
Para averiguarlo me puse a dar un paseo para asociar la figura a alguna forma lógica. De repente se me ocurrió una de las ideas más curiosas de mi vida, pedir ayuda a Mark.
Él era pintor así que con su forma de ver las cosas lo podría averiguar que figura se escondía entre esas líneas.
Llame a la puerta del apartamento de Mark, la puerta se abrió y Mark me invitó a pasar.
El apartamento estaba muy desordenado, como el de un pintor bohemio, le di el mapa y le explique el problema.
Yo de mientras miré sus abstractos cuadros y encontré una tremenda inspiración.
De repente Mark me dijo que era un animal, mamífero y común como un tigre o un perro. Le dije que intentara hacer el dibujo de ese animal uniendo los puntos en rojo que había en el mapa, me dijo que me fuera a casa, necesitaba estar concentrado para dibujar.
En casa pensé que cuando completáramos el dibujo nos marcaría un sitio de encuentro o un sitio donde tengan preparada una trampa.
Nos conocían bien porque sabían que métodos íbamos a utilizar.
A las 7 Mark vino a mi apartamento y me enseño el mapa. Era un gato, un gato con una risa infernal.
Mañana lo llevare a la oficina.
¡Aquí hay gato encerrado!
Kyle W. Jones
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