EL COMIENZO
Me
desperté muy asustado, todo a mi alrededor estaba oscuro y casi no
podía
ver
nada, pero lo que sí podía ver eran mis ropas, eran las ropas
templarias que tenía en mi casa y al lado mía estaban también mis
botas, mi escudo y mi espada, de repente, apareció una luz frente a
mi, me puse mis botas, cogí mi espada y me la ceñí al cinturón,
luego cogí mi escudo y me lo aseguré a mi brazo izquierdo y me
dirigí hacia ella, al llegar a dicha luz, me quedé abrumado por lo
que vi. Frente a mí se erigía un gran bosque y al mirar hacia atrás
me di cuenta que había estado en una cueva, mientras la estaba
observando detrás mía oí una voz:
-Que alivio
estás bien-esa voz era de un hombre, pero al darme la vuelta pude
comprobar que me había equivocado-¿Que te pasa Rubén? Parece que
hayas visto un fantasma.
Frente a mi
estaba una especie de dragón, no, cuando lo mire de arriba abajo
supe que no era un dragón, cierto era que era muy parecido pero
pude ver que caminaba a dos patas y que llevaba pantalones y donde
tendría que estar su cuerno vi que tenia uno pero hecho de un
material parecido al hierro y su cuerpo era de color azul menos su
vientre que era de color blanco, como pude le conteste:
-¿Quien eres
o que eres? y ¿cómo me conoces?-esta pregunta le extrañó un poco
puesto que puso cara de desconcierto.
-Como, ¿no
me conoces?- y viendo que yo no contestaba
se quedó un poco pensativo, y después de unos segundos que a mí me
parecieron horas dijo-O ya veo que no, bueno entonces te voy a contar
todo lo ocurrido.
A partir
de ahí me contó como había llegado hasta aquel inhóspito lugar y
porqué me conocía, mientras yo le preguntaba cosas y él me las
respondía como podía, pasaron dos horas hasta que me di por
satisfecho, entonces comprendía todo mejor. Al parecer, él me había
encontrado en la cueva desmayado, y viendo que necesitaba ayuda me
quitó mi espada y mi escudo para que estuviera más cómodo. Y que
me conocía porque había soñado conmigo y que le ayudaría a
rescatar a una amiga suya que estaba cautiva.
-Entonces te ayudaré como pueda-dije sin tanto convencimiento.
-Te
lo agradezco, pero antes de partir descansemos un poco yo haré la
primera guardia, duerme tranquilo.
-Por
cierto no me dijiste tu nombre.
-O es
verdad discúlpame, me llamo Temerario.
Pasaron
minutos hasta que me invadiera el plácido sueño, pero fue todo lo
contrario, solamente tuve pesadillas y cuando me despertó Temerario
estaba todo empapado en sudor, pero eso no fue lo extraño, lo
extraño fue la manera en que me despertó Temerario tapándome la
boca, cuando me recuperé de mi desconcierto, le pregunte:
-¿Que
pasa?-y viendo que miraba hacia la salida de la cueva dije-¿Quien
hay?
-No lo se
pero siento una energía maligna -Era verdad cuando me concentré yo
también pude sentirlo, era una energía que nunca antes había
percibido- Voy a investigar.
Pero antes
de que se marchara le cogí del brazo y le retuve.
-Voy
contigo, mejor dos que uno¿no?-y dicho esto emprendimos la marcha
hacia la entrada de la cueva.
Pero antes de
que saliéramos al exterior apareció una sombra frente a nosotros,
con un movimiento involuntario saqué la espada y me puse en
guardia, pero antes de que pudiéramos hacer nada esa sombra se
convirtió en un demonio y nos atacó, lo siguiente que recuerdo es
estar durmiendo con todas mis ropas ensangrentadas, pero por lo que
pude comprobar esa sangre no era mía, asustado miré a mi alrededor
y mi mirada se posó en un bulto que había frente a mí. Como pude
me acerqué y entonces me di cuenta de que ese bulto era en verdad
Temerario que al igual que yo también estaba lleno de sangre, al
acercarme vi que tenía varias heridas en los brazos y en el abdomen
se podía ver una espantosa herida, cogí un par de vendas que tenía
y le vendé todas las heridas e hice un fuego para que se calentara.
A la mañana
siguiente Temerario se despertó y comprendió que yo le había
vendado todas las heridas.
-Te lo
agradezco mucho-dijo con una voz que mas bien parecía un susurro.
-No
hables, todavía estas muy débil, tienes que descansar, voy a por
comida- y dicho esto emprendí rumbo hacia la entrada, allí también
había sangre y rastros de una cruenta batalla, intentando ignorar
todo aquello me dirigí hacia el bosque, allí encontré todo tipo de
frutas, las cogí y con hojas de árboles hice un par de vendas,
cuando terminé me dirigí hacia la cueva.
Lo que vi
allí me dejó de piedra, había tres seres entrando a la cueva, me
armé con mi espada y fui a ver, cuando me acerqué un poco más
comprobé que dos de esos seres eran como águilas gigantes pero que
andaban a dos patas y portaban una gran lanza, por su coraza se podía
adivinar que eran mujeres, el otro ser no lo pude ver bien porque
entró dentro de la cueva, pero lo que si pude ver era que en la
espalda tenía alas, lo más silenciosamente que pude pasé entre las
dos seres que no se habían dado cuenta de mi presencia, al entrar oí
una conversación entre dos personas, me armé de valor y seguí
caminando, en el lugar en el que estábamos establecidos Temerario y
yo estaba el otro ser, cuando lo miré mejor pude ver que era como un
ángel, pero no bajé mi arma, al contrario, la sujeté con mas
fuerza y cuando vi mi momento me lancé contra la especie de ángel,
al parecer le pillé desprevenido y poniéndole la espada en el
cuello oí que se acercaban las dos que estaban vigilando, pero antes
de que pudiera hacer nada una mano me agarró del brazo en el que
tenía la espada y al girarme para enfrentarme a él me di cuenta de
que era Temerario quien me había quitado el arma:
-¿Qué
estas haciendo?-me preguntó un poco enfadado.
-Pero creía
que te iba a atacar-dije un tanto confundido.
-No te
preocupes es un amigo.
Entonces
aparecieron las dos águilas que habían estado vigilando y cuando
vieron la escena se quedaron igual de
confundidas que yo.
-Creo que me
debes una explicación, Temerario, no me dijiste nada.
-Vaya tú
debes de ser Rubén, un placer-dijo el ángel- Veo que era verdad,
Temerario, es muy fuerte y bastante silencioso-mientras decía esto
miró a las dos águilas que miraron hacia abajo entristecidas-No os
preocupéis a sido un simple error.
-Pero si
hubiera sido un enemigo te abría matado-dijo una de las águilas.
-Pero no lo
soy, no se preocupen, un error lo comete todo el mundo-y viendo que
se animaban un poco mire hacia Temerario y me agaché para quitarle
las vendas del abdomen y de los brazos para cambiarlas- Veo que están
mejor.
-O si y
todo gracias a ti, si no me las hubieras vendado quizá no estaría
aquí.
-Dejemos de
hablar, he traído comida-dije enseñando la fruta y mirando hacia
los otros tres seres dije-ustedes también podéis comer e traído
mucha fruta.
-Te lo
agradecemos y aceptamos con mucha gratitud.
A partir de ese momento supe que tenía
nuevos amigos y que me ayudarían a volver a mi casa, mi casa, al
pensar en eso me entristecí mucho, pensé en mi madre, mi padre, mi
abuela y el resto de mi familia, tendrían que estar muy preocupados
por mí.
Pero no era momento de pensar en eso,
encendí un fuego y todos nos pusimos alrededor de él, disfrutamos
charlando de muchos temas en los que yo siempre aportaba algo, cuando
se izo tarde nos fuimos a dormir.
Me desperté muy
temprano, los demás aun dormían, aprovechando la ocasión me salí
al exterior y sacando mi espada me puse a practicar con ella, pero
cuando terminé y me dirigía hacia la cueva vi que el ángel me
estaba mirando muy sorprendido.
-En mi vida
e visto a alguien manejar la espada como tú-dijo una vez que me hube
acercado a él.
-Gracias, creo.
-¿Como
lo haces?
-¿Como
algo el que?-dije yo sin tanto convencimiento y viendo que señalaba
a la espada dije-O pues no lo se, simplemente hago movimientos que me
enseñaron.
-Entonces , ¿Cómo hiciste para enfrentarte al demonio tu solo?
-Si te digo
la verdad no lo se, fue como si perdiera el conocimiento y luego me
levanté dentro de la cueva y con todas mis ropas ensangrentadas,
mira-dije enseñándole la ropa que aun no me había dado tiempo de
lavarla.
-Pero si
están limpias-dijo el ángel mirándome.
-No puede
ser-me quité mi túnica y la observé, misteriosamente se había
limpiado sola y sacando mi espada pude comprobar que igualmente
estaba limpia de sangre-Esto no puede ser.
-Déjeme
pensar... dices que sentiste como si te desmayaras pero Temerario
dice que estuviste luchando muy fieramente con el demonio cuando le
hirieron, que cosa mas extraña... sinceramente no lo entiendo.
-Dejemos de
pensar en eso, los demás ya se habrán despertado y estarán
preocupados, vamos dentro.
Dicho esto nos
pusimos rumbo hacia donde estábamos establecidos, allí estaban
todos despiertos y esperándonos.
-Ya estamos
aquí.
-Me alegro,
bueno Rubén llego la hora de marcharnos.
-Vale, ¿ustedes
vendréis con nosotros?-esto ultimo lo dije mirando al ángel y a
las dos águilas.
-Lamentablemente no podemos, tenemos cosas que hacer, pero estoy
seguro de que nuestros caminos se volverán a encontrar.
-Ojala tengas
razón, pero todavía no nos tenemos que separar¿no?
-No.
-Entonces
continuemos juntos hasta que nuestros caminos se separen.
-Pues entonces vamos a ponernos en marcha.
Dicho esto
emprendimos rumbo hacia una ciudad cercana, de camino hacia esa
ciudad hablamos de temas muy diversos, reímos e incluso cantamos
canciones. Cuando faltaban unos metros para llegar a la ciudad ya se
empezaba a notar el típico bullicio de la ciudad y todos eran igual
de altos que los que me acompañaban, pero, al pasar yo ellos se
apartaran como si me tuvieran miedo, no pude aguantar y se lo
pregunte a Temerario, cuando se lo pregunté él se quedó un rato
pensando hasta que dijo:
-Por que temen
a lo desconocido.
-¿A que te
refieres?
-A que en este
mundo nunca a habido humanos y por eso te temen.
-Pues entonces
será mejor que yo camine por el bosque, así evitaremos ese
sentimiento de temor.
-Vale, nos
encontraremos en las puertas de la ciudad.
-¿Que
pasa?-Dijo el ángel una vez se acercó a nosotros.
-Que me voy
por el bosque hasta la ciudad para que no me teman.
-Entendido,
ten cuidado.
Dicho esto
me fui hacia la espesura del bosque y seguí caminando hacia la
ciudad. Pasado unos cuantos metros el bosque se fue quedando atrás y
se pudo distinguir la ciudad, no era una ciudad como la de los
humanos, allí no había coches ni edificios altos, todos los
edificios eran simples casas hechas de troncos de árboles y era más
pequeña que las típicas ciudades de los humanos. En la entrada me
estaban esperando Temerario y los otros tres hablando con otro ser,
me escondí en un matorral a escuchar lo que decían pero solo pude
escuchar una parte de la conversación.
-¿Todo
listo?-fue Temerario quien habló.
-Si, ya solo
nos queda esperar a que Gran jefe aparezca para interrogarle.
-De acuerdo,
hasta entonces no hagáis nada que pueda llamar la atención del
chico.
Al escuchar
esto sentí un sentimiento que pocas veces había sentido, era
enfado. Desenvainé mi espada y me acerqué para que me vieran,
cuando me vieron pusieron cara de desconcierto y pude percibir un
atisbo de enfado.
-¿Que pasa
Rubén?-dijo Temerario.
-Me habéis
engañado y me las vais a pagar.
-¿Nos has
estado escuchando?
-¡Cállate!
Dicho esto me
puse a correr hacia ellos y como había predicho las dos águilas me
intentaron cortar el paso, me escabullí entre sus piernas y me fui
directo hacia Temerario que estaba todavía sorprendido por mi
reacción, mi espada hizo un arco que iba directo hacia su herida en
el abdomen, Temerario me paro el movimiento con el antebrazo lo que
provoco que mi espada hiciera un feo corte y que Temerario aullara de
dolor, pero antes de que pudiera hacer nada unos brazos me quitaron
mi espada, pero no me retuve, con mi escudo le propine un golpe al
ángel en el estomago dejándole casi sin conocimiento, cuando me
dirigí hacia el ser con el que estaban hablando unos fuertes brazos
me agarraron y me alzaron como si fuese una pluma, aun así me movía
como un poseso intentando zafarme de quien me estaba sujetando, me
quitaron mi escudo y yo aprovechando eso le propiné un mordisco al
antebrazo de quien me sujetaba haciendo que gritase de dolor y le
propiné un puñetazo en la cara que lo tumbó provocando un pequeño
temblor, me dirigí nuevamente hacia el ser con el que hube estado
peleando antes de que me interrumpieran y le propiné una patada en
el esternón, antes de que me pudiera dar la vuelta un puño me
golpeó en la cara y me dejó semiinconsciente lo ultimo que vi era
que Temerario se ponía en pie y me miraba con un atisbo de pena y de
desconcierto, esa imagen me desconcertó muchísimo pero no pude
pensar en nada porque me desmayé.
Al despertarme
que estaba en una habitación iluminada solo por una ventana, como
pude me levante y me dirigí hacia la puerta, sorprendentemente
estaba abierta y me escabullí por ella bajé unas escaleras y lo que
vi allí me lleno de desconcierto Temerario estaba con el brazo
vendado, una de las águilas también llevaba un brazo vendado, la
otra estaba vendando el estomago al ángel y cuando iba a sacar mi
espada me di cuenta de que no la tenia en el cinturón y tampoco vi
mi escudo, pero aun tenia mis puños, allí abajo también estaba el
otro ser, me dirigí hacia ellos lentamente hasta que me pare unos
cuantos pasos, cuando me escucharon giraron sus cabezas para mirarme,
en sus miradas pude ver desconcierto también pude atisbar un poco de
miedo.
-¿Por que nos
atacaste?-dijo Temerario.
-Porque me
traicionasteis y me ibais a entregar a ese tal Gran jefe.
-Nosotros no te
hemos traicionado.
-¿Entonces?
-La verdad es
que somos los guardianes de un bandido.
-Vamos una
especie de policías.
-Si así se le
llama en tu mundo pues si.
-Y ¿ quien es
ese Gran jefe?
-Digamos que es
nuestro jefe.
-Ya lo entiendo
todo mejor¿ entonces ese tal gran jefe va a interrogar al criminal?
-Si.
-Por cierto,
siento haberos atacado.
-No te
preocupes, la culpa ha sido nuestra por no decírtelo antes.
-Pero me
gustaría recompensáoslo, deja me ver tu brazo-Antes de que pudiera
contestar le cogí del brazo y le mire la herida, tenia un aspecto
muy feo-Esto te va a doler un poco.
Dicho esto le
puse la palma de mi mano en su herida provocando que gimoteara un
poco, casi al instante mi palma empezó a brillar y cuando aparte mi
mano la herida ya no estaba.
-¿Que ha sido
eso?
-El poder de la
curación.
Uno a uno le
cure las heridas que yo les provoque, cuando me acerque al ser
desconocido este me miro de una forma bastante rara era una mirada
entre desconcierto, miedo y un poco de enfado, en su esternón se
podía ver un moratón muy grande.
-Tranquilo no te
voy a hacer nada solamente te quiero curar el moratón.
-No hace falta,
solo es un moratón-Su voz era bastante grave para el tamaño que
tenia.
-Entendido,
perdón por enfrentarme a vosotros.
-¿Otra vez? Ya
te dijimos que no paso nada, no te preocupes mas.
-Vale, por
cierto¿ Cuánto falta para llegar hasta donde está tu amiga?
-Ya queda poco,
solamente tenemos que andar unos pasos hasta llegar allí.
-Vale, pues
pongámonos en marcha.
-Me temo que
nosotros no vamos a poder ir con ustedes-Fue el ángel quien hablo.
-Es una
verdadera pena, bueno, ojalá nuestros caminos se vuelvan a
encontrar.
-Bien, un placer
conocerte, adiós.
Cuando dijeron
esto los tres seres que nos acompañaron en todo nuestro viaje se
fueron, no pude evitar entristecerme mucho al verlos partir.
-Yo también
tengo que partir, ha sido un placer conocerte-dijo el ser
desconocido.
-Igualmente,
ojala que nuestros caminos se vuelvan a entrecruzar.
-Yo también lo
deseo, adiós.
Igual que los
otros tres él también se fue.
-Bueno parece
que solo quedamos nosotros dos.
-Si, bueno
vámonos.
Cuando Temerario
dijo esto se encaminó hacia la puerta, pero de repente se paró.
-Se me olvidaba,
mira debajo de la escalera.
Un tanto
confundido hice lo que me dijo, cuando miré vi una caja, cuando la
abrí allí estaban mi espada y mi escudo, pero no era lo único que
había allí también había un casco de guerrero, me los puse y
seguí a Temerario, de camino al lugar donde estaba su amiga no pude
evitarlo y le pregunte donde había encontrado el casco.
-No lo se, me
lo dio Reiyel.
-¿Quien es
Reiyel?
-Pues el ángel de
antes que nos acompaño hacia aquí, o es verdad, tu no sabias como
se llamaba.
-Entonces así
se llamaba ¿y las otras dos?
-Se llaman
Altair y Aquilea.
-Vale los
intentare recordar.
-Ya llegamos al
sitio en el que se encuentra mi amiga-cuando mire vi que solamente
era una casa construida con madera-entremos.
Cuando entramos
nos recibió un ser bastante raro era un huevo con piernas de
dinosaurio que nos indico con un gesto que lo siguiéramos, nos llevo
hacia una habitación, Temerario entro dentro pero yo me quede fuera
esperando, oí que Temerario entablaba una conversación con otro
ser, pero de repente esa conversación se interrumpió.
-¿Quien anda
ahí?- No era la voz de Temerario, sino del otro ser, era la voz de
una chica.
Lentamente me
acerqué hacia la luz, cuando lo hice la otra ser soltó un pequeño
grito, cuando pase a la habitación cerré la puesta tras de mi, al
girarme pude ver que la otra ser era parecida a un zorro amarillo con
unos atrayentes ojos azules.
-¿Quien...
quien eres?-Parecía asustada de verme, pero no caí por que, pero
al mirarme mis brazos lo recordé, era un humano.
-Se llama
Rubén y es un humano, si no hubiera sido por él yo ya no estaría
aquí.
-Yo... me
llamo Kitsune.
-Encantado.
-Bueno parece que
ya se acabaron las presentaciones vallamos al grano-los dos miramos a
Temerario interrogativamente-Rubén a venido para ayudarme a
liberarte a ti y a las demás.
-¿En
serio?-Dijo mirando hacia mi.
-Haré lo que
pueda.
-¡Gracias!
Y antes de que
pudiera reaccionar me pego un grandísimo abrazo y me beso en la
mejilla, sin quererlo me sonroje tanto como un tomate provocando la
risa de Temerario y Kitsune, no aguantando más, me puse a reír con
ellos, pasado unos minutos ya nos dejamos de reír, los tres teníamos
lágrimas en los ojos de tanto reír, cuando terminamos me acorde de
que todavía no me había quitado el casco, me dirigí hacia una cama
que estaba en el lado opuesto de la habitación y lo deje allí junto
con mi loriga, al darme la vuelta vi que Kitsune me miraba
sorprendida.
-¿Ese es tu
verdadero aspecto?
-Si, es este.
-Bueno yo tengo
que ir a ver a las demás, nos vemos luego.
-Si no te importa
yo me quedo aquí.
-¿Te parece
bien Kitsune?
-No me importa,
además quiero hacerle varias preguntas.
Cuando Kitsune
dijo esto Temerario se marcho y empezaron las rondas de preguntas de
Kitsune.
-¿Como
apareciste aquí?
-Exactamente no lo
se, lo ultimo que recuerdo es estar ayudando a un amigo en una
investigación sobre los mundos paralelos, algo salio mal y yo entre
en una especie de agujero negro, cuando me desperté llevaba estas
ropas y casi no recordaba nada.
-Y ¿qué fue de
tu amigo?
-No lo se pero lo mas
probable es que también acabase en este mundo o en otro, ojala lo
encuentre.
-¿De donde
vienes?
-De un planeta
llamado Tierra.
-¿La Tierra?
-Si, mira-Por suerte
tenia el mapa político del mundo del que me examino mi maestro de
sociales-Mira esta es la Tierra.
Le enseñe el mapa
que tenia y ella me dijo que el mundo donde estábamos era muy
parecido, cuando dijo esto me quede pensando un rato.
-Da igual, mira y
yo vivo aquí-Le enseñe la península en la que vivía-Se llama
España.
-Me gustaría ir a
verlo.
-Un día te
llevare, te lo prometo. Ahora me toda a mi hacerte preguntas.
-De acuerdo.
-¿Desde cuando
conoces a Temerario?
-Desde hace mucho
tiempo, el siempre ha venido a verme y yo siempre me alegraba de
verle.
-Él¿ te gusta?
-¿Que? O no no me
gusta, es un amigo.
-Vale, por cierto
¿donde naciste tú?
-Pues en un bosque
muy lejos de aquí, yo vivía con mi madre y mi abuela, pero mi madre
murió cuando yo todavía era chica y me crió mi abuela, cuando ella
murió yo me quede sola, pero estaba a gusto.
-¿Y como llegaste
aquí?
-Pues un día
llamaron a la puerta de mi casa, al abrir alguien me ataco y cuando
me desperté ya me encontraba aquí.
-Cuanto lo
siento-me apene mucho al oír lo que le paso a Kitsune.
-No te preocupes
yo siempre soñé en que un día saldría de aquí y gracias a ti y a
Temerario podre cumplir ese sueño.
-Te prometo que
ese sueño se cumplirá.
Cuando me oyó
decir eso Kitsune me regalo una sonrisa muy cálida.
-Por cierto
¿por que no te escapas?
-Por este
collar, si me intento escapar me produce un dolor muy intenso.
-Ya llegue-fue
Temerario quien habló.
-Muy bien, se
hizo muy tarde.
-¿Ya os vais?
-No lo se, no
tenemos lugar para hospedarnos.
-Espera un
momento-cuando dije esto me fui fuera de la habitación.
Cuando llevaba un
tiempo andando me encontré a quien quería ver era el ser con
aspecto de huevo.
-Hola, mire a mi
amigo y a mi nos gustaría hospedarnos hoy aquí, ya sabe...-adopté
la cara mas rebelde que pude.
-Vale, pero
eso les costara mas dinero.
-No se
preocupe-de mi bolsa cogí un par de monedas y se las enseñe-¿esta
bien así?
-Vale, que
pasen una buena noche.
Me dirigí
nuevamente hacia la habitación en la que estaban Kitsune y
Temerario, cuando llegue los dos me miraron interrogativamente.
-¿Que es lo
que has hecho?
-Solamente
buscar un lugar donde hospedarnos.
-¿Donde?
-Aquí, he
convencido al ser con forma de huevo para que nos deje dormir aquí.
-¿En serio?
-Si.
-Eso es genial,
pero ¿como vamos a dormir?
-En la cama
caben dos así que Temerario y tu dormiréis en la cama y yo con una
manta en el suelo.
-¿Seguro?Por
que a mi no me importaría dormir en el suelo-Dijo Temerario
preocupado por mi.
-Seguro, además
tus heridas todavía no sanaron del todo y si duermes en el suelo se
te abrirán, así que tu mejor duerme en la cama.
-Vale, bueno
vámonos a dormir.
Cuando
Temerario dijo esto nos fuimos a dormir, tendí una manta que me
había dejado la especie de huevo en el suelo pegada a la cama y me
dormí.
Cuando me
alcanzo el sueño lo único que tuve fueron pesadillas me levanté en
medio de la noche jadeando y chorreando en sudor, intente nuevamente
dormir pero no pude así que me dirigí hacia la ventana y me quede
observando el cielo nocturno, detrás mía oí unos pasos y
cuidadosamente cogí mi daga del brazo izquierdo y espere a que se
acercara, cuando le sentí cerca me lance contra el, cuando le iba a
clavar la daga en el cuello me di cuenta de que era Kitsune, pare la
daga justo a tiempo y se clavo unos milímetros de distancia de la
cara de Kitsune que me observaba con verdadero terror.
-Lo... lo
siento mucho, creía que era un enemigo.
-No pasa
nada, menos mal que te diste cuenta de que era yo si no...-Observo la
daga que se había clavado hasta el pomo-Sino estaría mas que muerta.
-De verdad
que lo siento pero me entrenaron a no esperar y lanzarme contra el
enemigo que estaba a mi espalda.
Recogí la
daga y me la guarde en el mismo lugar que antes.
-¿Tampoco
podías dormir?
-No y por lo
que veo tu tampoco.
-No lo único
que tengo son pesadillas en las que un ser querido para mi muere o le
pasa algo malo y siempre al despertar, acabo empapado en sudor.
-Por cierto
¿te podrías quitar encima mía?
Era verdad
todavía estaba encima suya y con mi rostro muy pegado al suyo,
intentando no ruborizarme me levante de un salto.
-Lo siento-Al
parecer me había puesto rojo de vergüenza porque Kitsune se empezó
a reír muy ruidosamente, le tape la boca y señalé hacia Temerario.
-Es verdad, no
me había dado cuenta.
-Lo mejor es
que intentemos dormir, buenas noches.
-Vale, hasta
por la mañana.
Cuando Kitsune
dijo esto se fue hacia la cama y se durmió, yo me dirigí hacia
donde había colocado la manta y me recosté sobre ella, pero antes
de dormir rece una oración hacia mi familia y a mis amigos.
Me desperté
muy contento, esa noche no había tenido pesadillas después de lo de
Kitsune, Temerario y Kitsune todavía dormían, me escabullí por la
ventana y me puse a entrenar tanto con la espada como mental y
también practiqué algo de kárate pero durante este tiempo sentía
dos presencias que me miraban desde la ventana, indirectamente miré
hacia la ventana, allí estaban Temerario y Kitsune.
-Sé que estáis
ahí podéis venir.
-¿Cómo nos
has visto?
-No os he
visto, he sentido vuestra presencia.
-¿Qué
dijiste?
-Que os
percibí.
-Eso no puede
ser solo unos pocos elegidos pueden tener ese don y los humanos no lo
tienen.
-Pues entonces
yo seré el eslabón raro.
-Jajajaja, no lo
creo si tú has conseguido ese poder será porque eres distinto a los
demás humanos.
-No lo se,
bueno dejemos de pensar en eso, el tiempo dirá si lo soy o no.
-Por cierto
¿aquí cuándo se sirve el desayuno?
-Pues ya deben
de estar sirviéndolo, vamos a darnos prisa o nos dejarán sin nada.
Salimos de la
habitación a toda prisa, recorrimos un pasillo en el que solo
podíamos ir de uno en uno hasta un comedor muy chico en el que había
repartidas dos filas de mesas en las que comían unas quince seres
todas ellas mujeres que tenían una cara muy triste, al entrar
nosotros todas ellas giraron sus cabezas para vernos, al pasar yo
todas gritaron y se estalló un tumulto.
-No os
preocupéis es un amigo-Dijo Kitsune intentando calmarlas.
Al parecer se
calmaron todas y solamente me miraban con curiosidad, Kitsune nos
guió a Temerario y a mí a una mesa en la que estaba una amiga suya,
la ser que estaba sentada allí me miró muy sorprendida y yo le
sonreí intentando calmarla, al parecer lo conseguí porque me
devolvió una sonrisa pero con algo de desconfianza.
-Buenos
días-Dije intentando ser amable.
-Buenos días,
¿qué le habéis echo a Kitsune?
-Nada solamente
son unos amigos míos y ayer solamente durmieron conmigo para ahcerme
compaña y además no tenían donde dormir-dijo Kitsune
defendiéndonos.
-Pero yo oí
como decía a Medure que te iban a hacer algo.
-Perdona, pero
¿quién es Medure?
-Es quien nos
guió ayer.
-Vale, por cierto
eso que le dije solamente era para que nos dejase dormir con ella.
-¿Lo prometes?
-Lo juro por mi
honor de guerrero.
-Vale, por cierto
Temerario me dijo que tenías un plan para salvarnos, ¿cual es?
-Es un secreto,
lo sabrás pronto.
-Vale, por cierto
¿cómo te lamas?
-Rubén ¿y tú?
-Me llamo
Lunchian.
-Encantado de
conocerte.
-Bueno comed si
no se os enfriará y sabrá mal.
-Entendido, ¡que
aproveche!
Todos nos pusimos
a comer, Temerario y yo como llevábamos semanas comiendo frutos esa
comida nos sabía a gloria, cuando terminamos nos despedimos de
Lunchian y nos fuimos nuevamente hacia la habitación.
-Temerario y
yo nos tenemos que ir, tenemos que preparar todo para el ¨golpe¨.
-¿No os podéis
quedar? si os vais Medure me designará a un desalmado para
satisfacerle.
-Lo siento, cómo
me gustaría acabar ahora mismo con ese ser desalmado y vengaros a
vosotras y hacer justicia.
-Gracias, pero
debes contenerte.
-Ten fuerza y
fe eso te ayudará a soportar todo lo que se te ponga encima.
-Bueno ¿nos
vamos?-Temerario me miraba muy divertido.
-O si, nos
vamos-Cuando dije esto Kitsune me dio un beso en la
mejilla-A...adiós.
-Jajajaja, te
sonrojaste otra vez.
Temerario y yo
nos quedamos mirando cómo se iba embobados.
-¿Ella te
gusta?-Me preguntó Temerario
-Ahora mismo no
estoy seguro, pero creo que si.
-Entonces, ¿a
qué esperas?
-No se,
vámonos.
Temerario y yo
pudimos alojarnos en un hostal cercano a donde estaba Kitsune, a lo
largo de todo el día Temerario estuvo fuera y yo me lo pasé
afilando mis armas y engrasando las botas, el escudo y el casco.
Cuando se hizo de noche Temerario regresó con comida, comimos en la
habitación y nos pusimos a dormir.
Al día
siguiente puse todas mis armas en orden y salí a dar un paseo cuando
me cruzaba con algún ser salía corriendo, eso hizo que tuviera que
ir por el bosque, al llegar a un claro vi una luz muy intensa
acercándose a mí, aturdido hinqué la rodilla izquierda en el suelo
y me puse a rezar, cuando se acercó la luz hacia mí oí un canto
que se hacía cada vez más intenso hasta que una persona descendió
de los cielos y me miraba de manera muy compasiva.
-Templario, yo
soy tu señor y creador-no podía ser era Dios-He venido a traerte un
mensaje, ten cuidado porque un gran peligro se acerca y solo tú
podrás enfrentarlo y posiblemente eso te cueste la vida.
-Mi señor por
tal de que mi mundo y todos los demás sigan en paz estoy dispuesto a
entregar mi propia vida si es necesario.
-Ya lo sabía,
bueno llegó la hora de que me vaya, nos volveremos a ver.
Cuando dijo
esto el rayo de luz fue desapareciendo hasta desaparecer por completo
en un agradable viento.
-¿Donde
estabas?-al girarme pude ver que era Temerario-Me tenías muy
preocupado.
-Estaba
paseando hasta que llegué aquí y siento haberte preocupado-no le
dije que había visto a mi Dios hace unos instantes-Llegó la hora
del gran golpe.
3 comentarios:
Maestro aquí le dejo el primer capítulo de mi libro, un saludo
Muy bien, Rubén, muy imaginativo. Sin embargo, tengo que reñirte porque tienes muchísimas faltas de ortografía, tildes sobre todo, pero también otras. Recuerda que debes cuidar el lenguaje si no quieres estropear una novela. Ánimo.
gracias por los ánimos y no se preocupe cualquier falta que encuentre la corregiré, pero es que hay algunas que al publicarlas me salían mal y en donde las estoy haciendo me salían bien.
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