martes, 24 de abril de 2012

Aristóteles

La riqueza consiste mucho más en el disfrute que en la posesión.

 Todos los gobiernos mueren por la exageración de su principio.

 Es evidente que todos los fines no son fines perfectos. Pero el bien supremo constituye, de alguna manera, un fin perfecto.

 El instante es la continuidad del tiempo, pues une el tiempo pasado con el tiempo futuro.

 La necesidad ha hecho aparearse a quienes no pueden existir el uno sin el otro, como son el varón y la mujer.

 El amigo es otro yo. Sin amistad el hombre no puede ser feliz.

 El castigo del embustero es no ser creído, aun cuando diga la verdad.

 Es ignorancia no saber distinguir entre lo que necesita demostración y lo que no la necesita.

 Se piensa que lo justo es lo igual, y así es; pero no para todos, sino para los iguales. Se piensa por el contrario que lo justo es lo desigual, y así es, pero no para todos, sino para los desiguales.

 El alma es aquello por lo que vivimos, sentimos y pensamos.

 Es un principio indiscutible que para saber mandar bien, es preciso saber obedecer.

  Los sabios tienen las mismas ventajas sobre los ignorantes que los vivos sobre los muertos.

 Es preciso preferir la soberanía de la ley a la de uno de los ciudadanos.

 Es de importancia para quien desee alcanzar una certeza en su investigación, el saber dudar a tiempo.

 Adquirir desde jóvenes tales o cuales hábitos no tiene poca importancia: tiene una importancia absoluta.

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