Me llamo Katniss Everdeen, tengo dieciséis años y puede que no llegue a los diecisiete. Vivo en el distrito doce, el área minera de Panem, sometida como los demás distritos al poder del capitolio, que desde la rebelión de los Días Oscuros nos mantiene a todos en la opresión y en la miseria, eliminando toda esperanza de un futuro mejor. ¿Una de sus mejores armas? Los Juegos del Hambre.
Las reglas son simples: en castigo por la rebelión, cada uno de los doce distritos debe entregar a un chico y una chica, llamados tributos, para que participen. Los veinticuatro tributos se encierran en un enorme estadio al aire libre en el que puede haber cualquier cosa, desde un desierto abrasador hasta un páramo helado. Una vez dentro, los competidores tienen que luchar a muerte durante un periodo de varias semanas; el que quede vivo, gana.
Este año me toca a mí. En el sorteo de elección salió mi hermana pequeña, Prim, una papeleta entre mil… la suerte estaba de su lado ¿Pero quién se fía de la suerte en estos tiempos? Así que me presenté voluntaria para sustituirla, al menos yo estoy acostumbrada a cazar y a moverme por el bosque. Mi compañero es Peeta Mellark ¿Por qué tuvo que ser justamente él? espero no tener que matarlo yo, de todas maneras da igual, no creo que salga viva de esta ¡Ah si! Se me olvidaba, feliz Septuagésimos Cuartos Juegos del Hambre.
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