viernes, 22 de febrero de 2013

EN UN MUNDO PARALELO


                                  EL COMIENZO

Me desperté muy asustado, todo a mi alrededor estaba oscuro y casi no podía ver nada, pero lo que sí podía ver eran mis ropas, eran las ropas templarias que tenía en mi casa y al lado mía estaban también mis botas, mi escudo y mi espada, de repente, apareció una luz frente a mi, me puse mis botas, cogí mi espada y me la ceñí al cinturón, luego cogí mi escudo y me lo aseguré a mi brazo izquierdo y me dirigí hacia ella, al llegar a dicha luz, me quedé abrumado por lo que vi. Frente a mí se erigía un gran bosque y al mirar hacia atrás me di cuenta que había estado en una cueva, mientras la estaba observando detrás mía oí una voz:
-Que alivio estás bien-esa voz era de un hombre, pero al darme la vuelta pude comprobar que me había equivocado-¿Que te pasa Rubén? Parece que hayas visto un fantasma.
Frente a mi estaba una especie de dragón, no, cuando lo mire de arriba abajo supe que no era un dragón, cierto era que era muy parecido pero pude ver que caminaba a dos patas y que llevaba pantalones y donde tendría que estar su cuerno vi que tenia uno pero hecho de un material parecido al hierro y su cuerpo era de color azul menos su vientre que era de color blanco, como pude le conteste:
-¿Quien eres o que eres? y ¿cómo me conoces?-esta pregunta le extrañó un poco puesto que puso cara de desconcierto.
-Como, ¿no me conoces?- y viendo que yo no contestaba se quedó un poco pensativo, y después de unos segundos que a mí me parecieron horas dijo-O ya veo que no, bueno entonces te voy a contar todo lo ocurrido.
A partir de ahí me contó como había llegado hasta aquel inhóspito lugar y porqué me conocía, mientras yo le preguntaba cosas y él me las respondía como podía, pasaron dos horas hasta que me di por satisfecho, entonces comprendía todo mejor. Al parecer, él me había encontrado en la cueva desmayado, y viendo que necesitaba ayuda me quitó mi espada y mi escudo para que estuviera más cómodo. Y que me conocía porque había soñado conmigo y que le ayudaría a rescatar a una amiga suya que estaba cautiva.
-Entonces te ayudaré como pueda-dije sin tanto convencimiento.
-Te lo agradezco, pero antes de partir descansemos un poco yo haré la primera guardia, duerme tranquilo.
-Por cierto no me dijiste tu nombre.
-O es verdad discúlpame, me llamo Temerario.
Pasaron minutos hasta que me invadiera el plácido sueño, pero fue todo lo contrario, solamente tuve pesadillas y cuando me despertó Temerario estaba todo empapado en sudor, pero eso no fue lo extraño, lo extraño fue la manera en que me despertó Temerario tapándome la boca, cuando me recuperé de mi desconcierto, le pregunte:
-¿Que pasa?-y viendo que miraba hacia la salida de la cueva dije-¿Quien hay?
-No lo se pero siento una energía maligna -Era verdad cuando me concentré yo también pude sentirlo, era una energía que nunca antes había percibido- Voy a investigar.
Pero antes de que se marchara le cogí del brazo y le retuve.
-Voy contigo, mejor dos que uno¿no?-y dicho esto emprendimos la marcha hacia la entrada de la cueva.
Pero antes de que saliéramos al exterior apareció una sombra frente a nosotros, con un movimiento involuntario saqué la espada y me puse en guardia, pero antes de que pudiéramos hacer nada esa sombra se convirtió en un demonio y nos atacó, lo siguiente que recuerdo es estar durmiendo con todas mis ropas ensangrentadas, pero por lo que pude comprobar esa sangre no era mía, asustado miré a mi alrededor y mi mirada se posó en un bulto que había frente a mí. Como pude me acerqué y entonces me di cuenta de que ese bulto era en verdad Temerario que al igual que yo también estaba lleno de sangre, al acercarme vi que tenía varias heridas en los brazos y en el abdomen se podía ver una espantosa herida, cogí un par de vendas que tenía y le vendé todas las heridas e hice un fuego para que se calentara.
A la mañana siguiente Temerario se despertó y comprendió que yo le había vendado todas las heridas.
-Te lo agradezco mucho-dijo con una voz que mas bien parecía un susurro.
-No hables, todavía estas muy débil, tienes que descansar, voy a por comida- y dicho esto emprendí rumbo hacia la entrada, allí también había sangre y rastros de una cruenta batalla, intentando ignorar todo aquello me dirigí hacia el bosque, allí encontré todo tipo de frutas, las cogí y con hojas de árboles hice un par de vendas, cuando terminé me dirigí hacia la cueva.
Lo que vi allí me dejó de piedra, había tres seres entrando a la cueva, me armé con mi espada y fui a ver, cuando me acerqué un poco más comprobé que dos de esos seres eran como águilas gigantes pero que andaban a dos patas y portaban una gran lanza, por su coraza se podía adivinar que eran mujeres, el otro ser no lo pude ver bien porque entró dentro de la cueva, pero lo que si pude ver era que en la espalda tenía alas, lo más silenciosamente que pude pasé entre las dos seres que no se habían dado cuenta de mi presencia, al entrar oí una conversación entre dos personas, me armé de valor y seguí caminando, en el lugar en el que estábamos establecidos Temerario y yo estaba el otro ser, cuando lo miré mejor pude ver que era como un ángel, pero no bajé mi arma, al contrario, la sujeté con mas fuerza y cuando vi mi momento me lancé contra la especie de ángel, al parecer le pillé desprevenido y poniéndole la espada en el cuello oí que se acercaban las dos que estaban vigilando, pero antes de que pudiera hacer nada una mano me agarró del brazo en el que tenía la espada y al girarme para enfrentarme a él me di cuenta de que era Temerario quien me había quitado el arma:
-¿Qué estas haciendo?-me preguntó un poco enfadado.
-Pero creía que te iba a atacar-dije un tanto confundido.
-No te preocupes es un amigo.
Entonces aparecieron las dos águilas que habían estado vigilando y cuando vieron la escena se quedaron igual de confundidas que yo.
-Creo que me debes una explicación, Temerario, no me dijiste nada.
-Vaya tú debes de ser Rubén, un placer-dijo el ángel- Veo que era verdad, Temerario, es muy fuerte y bastante silencioso-mientras decía esto miró a las dos águilas que miraron hacia abajo entristecidas-No os preocupéis a sido un simple error.
-Pero si hubiera sido un enemigo te abría matado-dijo una de las águilas.
-Pero no lo soy, no se preocupen, un error lo comete todo el mundo-y viendo que se animaban un poco mire hacia Temerario y me agaché para quitarle las vendas del abdomen y de los brazos para cambiarlas- Veo que están mejor.
-O si y todo gracias a ti, si no me las hubieras vendado quizá no estaría aquí.
-Dejemos de hablar, he traído comida-dije enseñando la fruta y mirando hacia los otros tres seres dije-ustedes también podéis comer e traído mucha fruta.
-Te lo agradecemos y aceptamos con mucha gratitud.
A partir de ese momento supe que tenía nuevos amigos y que me ayudarían a volver a mi casa, mi casa, al pensar en eso me entristecí mucho, pensé en mi madre, mi padre, mi abuela y el resto de mi familia, tendrían que estar muy preocupados por mí.
Pero no era momento de pensar en eso, encendí un fuego y todos nos pusimos alrededor de él, disfrutamos charlando de muchos temas en los que yo siempre aportaba algo, cuando se izo tarde nos fuimos a dormir.
Me desperté muy temprano, los demás aun dormían, aprovechando la ocasión me salí al exterior y sacando mi espada me puse a practicar con ella, pero cuando terminé y me dirigía hacia la cueva vi que el ángel me estaba mirando muy sorprendido.
-En mi vida e visto a alguien manejar la espada como tú-dijo una vez que me hube acercado a él.
-Gracias, creo.
-¿Como lo haces?
-¿Como algo el que?-dije yo sin tanto convencimiento y viendo que señalaba a la espada dije-O pues no lo se, simplemente hago movimientos que me enseñaron.
-Entonces , ¿Cómo hiciste para enfrentarte al demonio tu solo?
-Si te digo la verdad no lo se, fue como si perdiera el conocimiento y luego me levanté dentro de la cueva y con todas mis ropas ensangrentadas, mira-dije enseñándole la ropa que aun no me había dado tiempo de lavarla.
-Pero si están limpias-dijo el ángel mirándome.
-No puede ser-me quité mi túnica y la observé, misteriosamente se había limpiado sola y sacando mi espada pude comprobar que igualmente estaba limpia de sangre-Esto no puede ser.
-Déjeme pensar... dices que sentiste como si te desmayaras pero Temerario dice que estuviste luchando muy fieramente con el demonio cuando le hirieron, que cosa mas extraña... sinceramente no lo entiendo.
-Dejemos de pensar en eso, los demás ya se habrán despertado y estarán preocupados, vamos dentro.
Dicho esto nos pusimos rumbo hacia donde estábamos establecidos, allí estaban todos despiertos y esperándonos.
-Ya estamos aquí.
-Me alegro, bueno Rubén llego la hora de marcharnos.
-Vale, ¿ustedes vendréis con nosotros?-esto ultimo lo dije mirando al ángel y a las dos águilas.
-Lamentablemente no podemos, tenemos cosas que hacer, pero estoy seguro de que nuestros caminos se volverán a encontrar.
-Ojala tengas razón, pero todavía no nos tenemos que separar¿no?
-No.
-Entonces continuemos juntos hasta que nuestros caminos se separen.
-Pues entonces vamos a ponernos en marcha.
Dicho esto emprendimos rumbo hacia una ciudad cercana, de camino hacia esa ciudad hablamos de temas muy diversos, reímos e incluso cantamos canciones. Cuando faltaban unos metros para llegar a la ciudad ya se empezaba a notar el típico bullicio de la ciudad y todos eran igual de altos que los que me acompañaban, pero, al pasar yo ellos se apartaran como si me tuvieran miedo, no pude aguantar y se lo pregunte a Temerario, cuando se lo pregunté él se quedó un rato pensando hasta que dijo:
-Por que temen a lo desconocido.
-¿A que te refieres?
-A que en este mundo nunca a habido humanos y por eso te temen.
-Pues entonces será mejor que yo camine por el bosque, así evitaremos ese sentimiento de temor.
-Vale, nos encontraremos en las puertas de la ciudad.
-¿Que pasa?-Dijo el ángel una vez se acercó a nosotros.
-Que me voy por el bosque hasta la ciudad para que no me teman.
-Entendido, ten cuidado.
Dicho esto me fui hacia la espesura del bosque y seguí caminando hacia la ciudad. Pasado unos cuantos metros el bosque se fue quedando atrás y se pudo distinguir la ciudad, no era una ciudad como la de los humanos, allí no había coches ni edificios altos, todos los edificios eran simples casas hechas de troncos de árboles y era más pequeña que las típicas ciudades de los humanos. En la entrada me estaban esperando Temerario y los otros tres hablando con otro ser, me escondí en un matorral a escuchar lo que decían pero solo pude escuchar una parte de la conversación.
-¿Todo listo?-fue Temerario quien habló.
-Si, ya solo nos queda esperar a que Gran jefe aparezca para interrogarle.
-De acuerdo, hasta entonces no hagáis nada que pueda llamar la atención del chico.
Al escuchar esto sentí un sentimiento que pocas veces había sentido, era enfado. Desenvainé mi espada y me acerqué para que me vieran, cuando me vieron pusieron cara de desconcierto y pude percibir un atisbo de enfado.
-¿Que pasa Rubén?-dijo Temerario.
-Me habéis engañado y me las vais a pagar.
-¿Nos has estado escuchando?
-¡Cállate!
Dicho esto me puse a correr hacia ellos y como había predicho las dos águilas me intentaron cortar el paso, me escabullí entre sus piernas y me fui directo hacia Temerario que estaba todavía sorprendido por mi reacción, mi espada hizo un arco que iba directo hacia su herida en el abdomen, Temerario me paro el movimiento con el antebrazo lo que provoco que mi espada hiciera un feo corte y que Temerario aullara de dolor, pero antes de que pudiera hacer nada unos brazos me quitaron mi espada, pero no me retuve, con mi escudo le propine un golpe al ángel en el estomago dejándole casi sin conocimiento, cuando me dirigí hacia el ser con el que estaban hablando unos fuertes brazos me agarraron y me alzaron como si fuese una pluma, aun así me movía como un poseso intentando zafarme de quien me estaba sujetando, me quitaron mi escudo y yo aprovechando eso le propiné un mordisco al antebrazo de quien me sujetaba haciendo que gritase de dolor y le propiné un puñetazo en la cara que lo tumbó provocando un pequeño temblor, me dirigí nuevamente hacia el ser con el que hube estado peleando antes de que me interrumpieran y le propiné una patada en el esternón, antes de que me pudiera dar la vuelta un puño me golpeó en la cara y me dejó semiinconsciente lo ultimo que vi era que Temerario se ponía en pie y me miraba con un atisbo de pena y de desconcierto, esa imagen me desconcertó muchísimo pero no pude pensar en nada porque me desmayé.
Al despertarme que estaba en una habitación iluminada solo por una ventana, como pude me levante y me dirigí hacia la puerta, sorprendentemente estaba abierta y me escabullí por ella bajé unas escaleras y lo que vi allí me lleno de desconcierto Temerario estaba con el brazo vendado, una de las águilas también llevaba un brazo vendado, la otra estaba vendando el estomago al ángel y cuando iba a sacar mi espada me di cuenta de que no la tenia en el cinturón y tampoco vi mi escudo, pero aun tenia mis puños, allí abajo también estaba el otro ser, me dirigí hacia ellos lentamente hasta que me pare unos cuantos pasos, cuando me escucharon giraron sus cabezas para mirarme, en sus miradas pude ver desconcierto también pude atisbar un poco de miedo.
-¿Por que nos atacaste?-dijo Temerario.
-Porque me traicionasteis y me ibais a entregar a ese tal Gran jefe.
-Nosotros no te hemos traicionado.
-¿Entonces?
-La verdad es que somos los guardianes de un bandido.
-Vamos una especie de policías.
-Si así se le llama en tu mundo pues si.
-Y ¿ quien es ese Gran jefe?
-Digamos que es nuestro jefe.
-Ya lo entiendo todo mejor¿ entonces ese tal gran jefe va a interrogar al criminal?
-Si.
-Por cierto, siento haberos atacado.
-No te preocupes, la culpa ha sido nuestra por no decírtelo antes.
-Pero me gustaría recompensáoslo, deja me ver tu brazo-Antes de que pudiera contestar le cogí del brazo y le mire la herida, tenia un aspecto muy feo-Esto te va a doler un poco.
Dicho esto le puse la palma de mi mano en su herida provocando que gimoteara un poco, casi al instante mi palma empezó a brillar y cuando aparte mi mano la herida ya no estaba.
-¿Que ha sido eso?
-El poder de la curación.
Uno a uno le cure las heridas que yo les provoque, cuando me acerque al ser desconocido este me miro de una forma bastante rara era una mirada entre desconcierto, miedo y un poco de enfado, en su esternón se podía ver un moratón muy grande.
-Tranquilo no te voy a hacer nada solamente te quiero curar el moratón.
-No hace falta, solo es un moratón-Su voz era bastante grave para el tamaño que tenia.
-Entendido, perdón por enfrentarme a vosotros.
-¿Otra vez? Ya te dijimos que no paso nada, no te preocupes mas.
-Vale, por cierto¿ Cuánto falta para llegar hasta donde está tu amiga?
-Ya queda poco, solamente tenemos que andar unos pasos hasta llegar allí.
-Vale, pues pongámonos en marcha.
-Me temo que nosotros no vamos a poder ir con ustedes-Fue el ángel quien hablo.
-Es una verdadera pena, bueno, ojalá nuestros caminos se vuelvan a encontrar.
-Bien, un placer conocerte, adiós.
Cuando dijeron esto los tres seres que nos acompañaron en todo nuestro viaje se fueron, no pude evitar entristecerme mucho al verlos partir.
-Yo también tengo que partir, ha sido un placer conocerte-dijo el ser desconocido.
-Igualmente, ojala que nuestros caminos se vuelvan a entrecruzar.
-Yo también lo deseo, adiós.
Igual que los otros tres él también se fue.
-Bueno parece que solo quedamos nosotros dos.
-Si, bueno vámonos.
Cuando Temerario dijo esto se encaminó hacia la puerta, pero de repente se paró.
-Se me olvidaba, mira debajo de la escalera.
Un tanto confundido hice lo que me dijo, cuando miré vi una caja, cuando la abrí allí estaban mi espada y mi escudo, pero no era lo único que había allí también había un casco de guerrero, me los puse y seguí a Temerario, de camino al lugar donde estaba su amiga no pude evitarlo y le pregunte donde había encontrado el casco.
-No lo se, me lo dio Reiyel.
-¿Quien es Reiyel?
-Pues el ángel de antes que nos acompaño hacia aquí, o es verdad, tu no sabias como se llamaba.
-Entonces así se llamaba ¿y las otras dos?
-Se llaman Altair y Aquilea.
-Vale los intentare recordar.
-Ya llegamos al sitio en el que se encuentra mi amiga-cuando mire vi que solamente era una casa construida con madera-entremos.
Cuando entramos nos recibió un ser bastante raro era un huevo con piernas de dinosaurio que nos indico con un gesto que lo siguiéramos, nos llevo hacia una habitación, Temerario entro dentro pero yo me quede fuera esperando, oí que Temerario entablaba una conversación con otro ser, pero de repente esa conversación se interrumpió.
-¿Quien anda ahí?- No era la voz de Temerario, sino del otro ser, era la voz de una chica.
Lentamente me acerqué hacia la luz, cuando lo hice la otra ser soltó un pequeño grito, cuando pase a la habitación cerré la puesta tras de mi, al girarme pude ver que la otra ser era parecida a un zorro amarillo con unos atrayentes ojos azules.
-¿Quien... quien eres?-Parecía asustada de verme, pero no caí por que, pero al mirarme mis brazos lo recordé, era un humano.
-Se llama Rubén y es un humano, si no hubiera sido por él yo ya no estaría aquí.
-Yo... me llamo Kitsune.
-Encantado.
-Bueno parece que ya se acabaron las presentaciones vallamos al grano-los dos miramos a Temerario interrogativamente-Rubén a venido para ayudarme a liberarte a ti y a las demás.
-¿En serio?-Dijo mirando hacia mi.
-Haré lo que pueda.
-¡Gracias!
Y antes de que pudiera reaccionar me pego un grandísimo abrazo y me beso en la mejilla, sin quererlo me sonroje tanto como un tomate provocando la risa de Temerario y Kitsune, no aguantando más, me puse a reír con ellos, pasado unos minutos ya nos dejamos de reír, los tres teníamos lágrimas en los ojos de tanto reír, cuando terminamos me acorde de que todavía no me había quitado el casco, me dirigí hacia una cama que estaba en el lado opuesto de la habitación y lo deje allí junto con mi loriga, al darme la vuelta vi que Kitsune me miraba sorprendida.
-¿Ese es tu verdadero aspecto?
-Si, es este.
-Bueno yo tengo que ir a ver a las demás, nos vemos luego.
-Si no te importa yo me quedo aquí.
-¿Te parece bien Kitsune?
-No me importa, además quiero hacerle varias preguntas.
Cuando Kitsune dijo esto Temerario se marcho y empezaron las rondas de preguntas de Kitsune.
-¿Como apareciste aquí?
-Exactamente no lo se, lo ultimo que recuerdo es estar ayudando a un amigo en una investigación sobre los mundos paralelos, algo salio mal y yo entre en una especie de agujero negro, cuando me desperté llevaba estas ropas y casi no recordaba nada.
-Y ¿qué fue de tu amigo?
-No lo se pero lo mas probable es que también acabase en este mundo o en otro, ojala lo encuentre.
-¿De donde vienes?
-De un planeta llamado Tierra.
-¿La Tierra?
-Si, mira-Por suerte tenia el mapa político del mundo del que me examino mi maestro de sociales-Mira esta es la Tierra.
Le enseñe el mapa que tenia y ella me dijo que el mundo donde estábamos era muy parecido, cuando dijo esto me quede pensando un rato.
-Da igual, mira y yo vivo aquí-Le enseñe la península en la que vivía-Se llama España.
-Me gustaría ir a verlo.
-Un día te llevare, te lo prometo. Ahora me toda a mi hacerte preguntas.
-De acuerdo.
-¿Desde cuando conoces a Temerario?
-Desde hace mucho tiempo, el siempre ha venido a verme y yo siempre me alegraba de verle.
-Él¿ te gusta?
-¿Que? O no no me gusta, es un amigo.
-Vale, por cierto ¿donde naciste tú?
-Pues en un bosque muy lejos de aquí, yo vivía con mi madre y mi abuela, pero mi madre murió cuando yo todavía era chica y me crió mi abuela, cuando ella murió yo me quede sola, pero estaba a gusto.
-¿Y como llegaste aquí?
-Pues un día llamaron a la puerta de mi casa, al abrir alguien me ataco y cuando me desperté ya me encontraba aquí.
-Cuanto lo siento-me apene mucho al oír lo que le paso a Kitsune.
-No te preocupes yo siempre soñé en que un día saldría de aquí y gracias a ti y a Temerario podre cumplir ese sueño.
-Te prometo que ese sueño se cumplirá.
Cuando me oyó decir eso Kitsune me regalo una sonrisa muy cálida.
-Por cierto ¿por que no te escapas?
-Por este collar, si me intento escapar me produce un dolor muy intenso.
-Ya llegue-fue Temerario quien habló.
-Muy bien, se hizo muy tarde.
-¿Ya os vais?
-No lo se, no tenemos lugar para hospedarnos.
-Espera un momento-cuando dije esto me fui fuera de la habitación.
Cuando llevaba un tiempo andando me encontré a quien quería ver era el ser con aspecto de huevo.
-Hola, mire a mi amigo y a mi nos gustaría hospedarnos hoy aquí, ya sabe...-adopté la cara mas rebelde que pude.
-Vale, pero eso les costara mas dinero.
-No se preocupe-de mi bolsa cogí un par de monedas y se las enseñe-¿esta bien así?
-Vale, que pasen una buena noche.
Me dirigí nuevamente hacia la habitación en la que estaban Kitsune y Temerario, cuando llegue los dos me miraron interrogativamente.
-¿Que es lo que has hecho?
-Solamente buscar un lugar donde hospedarnos.
-¿Donde?
-Aquí, he convencido al ser con forma de huevo para que nos deje dormir aquí.
-¿En serio?
-Si.
-Eso es genial, pero ¿como vamos a dormir?
-En la cama caben dos así que Temerario y tu dormiréis en la cama y yo con una manta en el suelo.
-¿Seguro?Por que a mi no me importaría dormir en el suelo-Dijo Temerario preocupado por mi.
-Seguro, además tus heridas todavía no sanaron del todo y si duermes en el suelo se te abrirán, así que tu mejor duerme en la cama.
-Vale, bueno vámonos a dormir.
Cuando Temerario dijo esto nos fuimos a dormir, tendí una manta que me había dejado la especie de huevo en el suelo pegada a la cama y me dormí.
Cuando me alcanzo el sueño lo único que tuve fueron pesadillas me levanté en medio de la noche jadeando y chorreando en sudor, intente nuevamente dormir pero no pude así que me dirigí hacia la ventana y me quede observando el cielo nocturno, detrás mía oí unos pasos y cuidadosamente cogí mi daga del brazo izquierdo y espere a que se acercara, cuando le sentí cerca me lance contra el, cuando le iba a clavar la daga en el cuello me di cuenta de que era Kitsune, pare la daga justo a tiempo y se clavo unos milímetros de distancia de la cara de Kitsune que me observaba con verdadero terror.
-Lo... lo siento mucho, creía que era un enemigo.
-No pasa nada, menos mal que te diste cuenta de que era yo si no...-Observo la daga que se había clavado hasta el pomo-Sino estaría mas que muerta.
-De verdad que lo siento pero me entrenaron a no esperar y lanzarme contra el enemigo que estaba a mi espalda.
Recogí la daga y me la guarde en el mismo lugar que antes.
-¿Tampoco podías dormir?
-No y por lo que veo tu tampoco.
-No lo único que tengo son pesadillas en las que un ser querido para mi muere o le pasa algo malo y siempre al despertar, acabo empapado en sudor.
-Por cierto ¿te podrías quitar encima mía?
Era verdad todavía estaba encima suya y con mi rostro muy pegado al suyo, intentando no ruborizarme me levante de un salto.
-Lo siento-Al parecer me había puesto rojo de vergüenza porque Kitsune se empezó a reír muy ruidosamente, le tape la boca y señalé hacia Temerario.
-Es verdad, no me había dado cuenta.
-Lo mejor es que intentemos dormir, buenas noches.
-Vale, hasta por la mañana.
Cuando Kitsune dijo esto se fue hacia la cama y se durmió, yo me dirigí hacia donde había colocado la manta y me recosté sobre ella, pero antes de dormir rece una oración hacia mi familia y a mis amigos.
Me desperté muy contento, esa noche no había tenido pesadillas después de lo de Kitsune, Temerario y Kitsune todavía dormían, me escabullí por la ventana y me puse a entrenar tanto con la espada como mental y también practiqué algo de kárate pero durante este tiempo sentía dos presencias que me miraban desde la ventana, indirectamente miré hacia la ventana, allí estaban Temerario y Kitsune.
-Sé que estáis ahí podéis venir.
-¿Cómo nos has visto?
-No os he visto, he sentido vuestra presencia.
-¿Qué dijiste?
-Que os percibí.
-Eso no puede ser solo unos pocos elegidos pueden tener ese don y los humanos no lo tienen.
-Pues entonces yo seré el eslabón raro.
-Jajajaja, no lo creo si tú has conseguido ese poder será porque eres distinto a los demás humanos.
-No lo se, bueno dejemos de pensar en eso, el tiempo dirá si lo soy o no.
-Por cierto ¿aquí cuándo se sirve el desayuno?
-Pues ya deben de estar sirviéndolo, vamos a darnos prisa o nos dejarán sin nada.
Salimos de la habitación a toda prisa, recorrimos un pasillo en el que solo podíamos ir de uno en uno hasta un comedor muy chico en el que había repartidas dos filas de mesas en las que comían unas quince seres todas ellas mujeres que tenían una cara muy triste, al entrar nosotros todas ellas giraron sus cabezas para vernos, al pasar yo todas gritaron y se estalló un tumulto.
-No os preocupéis es un amigo-Dijo Kitsune intentando calmarlas.
Al parecer se calmaron todas y solamente me miraban con curiosidad, Kitsune nos guió a Temerario y a mí a una mesa en la que estaba una amiga suya, la ser que estaba sentada allí me miró muy sorprendida y yo le sonreí intentando calmarla, al parecer lo conseguí porque me devolvió una sonrisa pero con algo de desconfianza.
-Buenos días-Dije intentando ser amable.
-Buenos días, ¿qué le habéis echo a Kitsune?
-Nada solamente son unos amigos míos y ayer solamente durmieron conmigo para ahcerme compaña y además no tenían donde dormir-dijo Kitsune defendiéndonos.
-Pero yo oí como decía a Medure que te iban a hacer algo.
-Perdona, pero ¿quién es Medure?
-Es quien nos guió ayer.
-Vale, por cierto eso que le dije solamente era para que nos dejase dormir con ella.
-¿Lo prometes?
-Lo juro por mi honor de guerrero.
-Vale, por cierto Temerario me dijo que tenías un plan para salvarnos, ¿cual es?
-Es un secreto, lo sabrás pronto.
-Vale, por cierto ¿cómo te lamas?
-Rubén ¿y tú?
-Me llamo Lunchian.
-Encantado de conocerte.
-Bueno comed si no se os enfriará y sabrá mal.
-Entendido, ¡que aproveche!
Todos nos pusimos a comer, Temerario y yo como llevábamos semanas comiendo frutos esa comida nos sabía a gloria, cuando terminamos nos despedimos de Lunchian y nos fuimos nuevamente hacia la habitación.
-Temerario y yo nos tenemos que ir, tenemos que preparar todo para el ¨golpe¨.
-¿No os podéis quedar? si os vais Medure me designará a un desalmado para satisfacerle.
-Lo siento, cómo me gustaría acabar ahora mismo con ese ser desalmado y vengaros a vosotras y hacer justicia.
-Gracias, pero debes contenerte.
-Ten fuerza y fe eso te ayudará a soportar todo lo que se te ponga encima.
-Bueno ¿nos vamos?-Temerario me miraba muy divertido.
-O si, nos vamos-Cuando dije esto Kitsune me dio un beso en la mejilla-A...adiós.
-Jajajaja, te sonrojaste otra vez.
Temerario y yo nos quedamos mirando cómo se iba embobados.
-¿Ella te gusta?-Me preguntó Temerario
-Ahora mismo no estoy seguro, pero creo que si.
-Entonces, ¿a qué esperas?
-No se, vámonos.
Temerario y yo pudimos alojarnos en un hostal cercano a donde estaba Kitsune, a lo largo de todo el día Temerario estuvo fuera y yo me lo pasé afilando mis armas y engrasando las botas, el escudo y el casco. Cuando se hizo de noche Temerario regresó con comida, comimos en la habitación y nos pusimos a dormir.
Al día siguiente puse todas mis armas en orden y salí a dar un paseo cuando me cruzaba con algún ser salía corriendo, eso hizo que tuviera que ir por el bosque, al llegar a un claro vi una luz muy intensa acercándose a mí, aturdido hinqué la rodilla izquierda en el suelo y me puse a rezar, cuando se acercó la luz hacia mí oí un canto que se hacía cada vez más intenso hasta que una persona descendió de los cielos y me miraba de manera muy compasiva.
-Templario, yo soy tu señor y creador-no podía ser era Dios-He venido a traerte un mensaje, ten cuidado porque un gran peligro se acerca y solo tú podrás enfrentarlo y posiblemente eso te cueste la vida.
-Mi señor por tal de que mi mundo y todos los demás sigan en paz estoy dispuesto a entregar mi propia vida si es necesario.
-Ya lo sabía, bueno llegó la hora de que me vaya, nos volveremos a ver.
Cuando dijo esto el rayo de luz fue desapareciendo hasta desaparecer por completo en un agradable viento.
-¿Donde estabas?-al girarme pude ver que era Temerario-Me tenías muy preocupado.
-Estaba paseando hasta que llegué aquí y siento haberte preocupado-no le dije que había visto a mi Dios hace unos instantes-Llegó la hora del gran golpe.

3 comentarios:

sir_gawin dijo...

Maestro aquí le dejo el primer capítulo de mi libro, un saludo

Víctor dijo...

Muy bien, Rubén, muy imaginativo. Sin embargo, tengo que reñirte porque tienes muchísimas faltas de ortografía, tildes sobre todo, pero también otras. Recuerda que debes cuidar el lenguaje si no quieres estropear una novela. Ánimo.

sir_gawin dijo...

gracias por los ánimos y no se preocupe cualquier falta que encuentre la corregiré, pero es que hay algunas que al publicarlas me salían mal y en donde las estoy haciendo me salían bien.