viernes, 23 de marzo de 2012

Diario de Noelia

25 de Septiembre de 2012
Querido diario:
Hace casi diez días que no te escribo, desde el primer día de curso. Todo ha ido muy bien y cada vez me adapto mejor a esta ciudad.

Aunque no te escribo sobre mi familia y amigos de España, hablo casi todos los días con ellos.
Mi familia, aunque nos echan de menos, están todos muy bien, mi abuelo tuvo que ir una vez al hospital, pero por una bajada de tensión. Ahora está bien.
Mis primos han empezado el colegio como todos los años, unos más ilusionados que otros.
Con mis amigos he estado hablando casi todos los días, sobre todo por las redes sociales. Raquel es la que me va contando todo lo que pasa. Dicen que me echan de menos, al igual que yo a ellos, y haber si voy a verlos por lo menos en Navidad. Todos han empezado el instituto, con pocas ganas, pero dicen que han vuelto a mezclar las clases y que este año les ha tocado una maestra muy buena.
Yo les he contado cómo me va por aquí y aunque están un poco tristes, se alegran de que yo esté feliz.
Como ya han cerrado la piscina, por el mal tiempo, solo quedo con mi grupo en parques o sitios para comer. Aunque no es lo mismo como en verano. Que pena que se halla acabado.
Como ya te escribí, tengo que ir a las clases por la tarde de alemán. La profesora es muy amable y dice que aunque cuanto más mayor, es más difícil aprender un idioma, que yo tengo capacidad y que de aquí a un mes podré hablar con soltura. La verdad, es que lo dudo, aunque yo voy a hacer todo lo posible.
Por lo demás en el instituto, ya me he acostumbrado a esto del uniforme, aunque es un poco aburrido que todos vayamos igual.
Al salir de clase, el otro día, Giselle me invitó a comer a su casa. Fue un poco difícil comunicarme con su familia, pero como ella sabe hablar inglés, se lo traducía en alemán a sus padres. Después hicimos los deberes, dimos una vuelta con los demás y me fui a casa.
Aunque todavía no he tenido ningún examen, temo el próximo que tendremos el lunes de la semana que viene. Gerard ya me ha dicho de quedar para estudiar y así me ayudaría a traducir el tema y comprenderlo mejor.
En el colegio tienen como un gimnasio enorme, donde hacemos gimnasia. Todavía no hemos tenido una clase práctica y tengo ganas de tenerla, porque una de las cosas que se me daban bien era el deporte, aunque no sé qué tipo deporte practicarán aquí.
A mi padre le va muy bien el trabajo, vuelve un poco tarde, sobre las ocho de la tarde, pero está contento de ver cómo el dinero entra en casa.
En cambio a mi madre no le había surgido nada, hasta hace unos días. David, un niño español que está en mi grupo, tiene un hermano de dos años más. El otro día vino su madre y estuvo hablando a solas con la mía. Me preocupé un poco, más que nada porque no me imaginaba de qué podrían estar hablando. Después mi madre me contó, que le había pedido que le diese clases particulares a Lucas, el hermano mayor de David.
Empezaron las clases ayer, estaba un poco cortado pero aún así quería avanzar en matemáticas y que mi madre le ayudase. Cuando están dando clase, yo me tengo que ir aunque no siempre en bueno tener una madre dando clases particulares. Más que nada, porque puede que cuente alguna cosa tuya o le cuente algo de cuando eres chica. Es un buen chaval y aunque tenga 17 años y una pinta de chulo, por dentro es muy buena persona.
Y ya el que me queda es el pequeño de la casa, aunque cada vez menos pequeño. Está muy ilusionado con lo del equipo de fútbol y está dejando un poco de lado los estudios. Aunque en su curso no es tan importante, como a lo mejor el mío, pero es lo esencial para empezar a aprender. Estoy un poco preocupada por él, últimamente lo veo juntarse demasiado con niños que no me gustan. Ya sé que las apariencias engañan y que a lo mejor estoy equivocada, pero estos niños viven con padres despreocupados, desordenados y que tienen a sus hijos todo el día en la calle. Estoy pensando cómo hablarlo con él y hacerle creer que ese no es el camino más adecuado.
Noelia

0 comentarios: