martes, 20 de marzo de 2012

Diario de Noelia

17 de Julio de 2012
Querido diario:
Lo siento por no escribirte tan a menudo, pero es que con tanta visita, piscina, compras, y mas visitas no me ha dado tiempo.
Además el verano es muy largo y ya te iré contando las anécdotas que nos pasen.

Desde la última que vez que te escribí me han pasado muchas cosas.
Tanto por la mañana como por la tarde he salido con mi nuevo grupo, hemos ido a la piscina, al cine, a casa de uno de ellos a ver una película, me han presentado a más gente, hemos dado vueltas por el parque… No te puedes imaginar la de cosas que hemos hecho y nos quedan por hacer. Además vamos a ir al mismo instituto así que ya no me preocupa tanto los primero días, aunque ahora es verano y no es tiempo de pensar en los estudios.
Mi hermano parece más mayor, no tan niño chico, y aunque no sale tanto como yo, también va a la piscina y a jugar al fútbol con los vecinos.
Mis padres no paran de comprar muebles, ropa, comida, siempre y cuando vigilando lo que gastan, y parecen mucho más contentos. El otro día nos dijeron que no hiciéramos planes para por la noche, y es que habían reservado sitio en un restaurante familiar. Comimos hasta reventar y después fuimos a dar un paseo.
Otro día fuimos a comprar ropa, mi madre y yo, y al salir nos pitó la alarma. Nos asustamos un poco, pero en verdad no teníamos razones para hacerlo, porque acabábamos de pagar. Se armó una buena y al cabo de un buen rato, se dieron cuenta que lo que pitaba era una etiqueta del pantalón de mi madre.
Hace unas semanas, mi hermano y mi padre fueron a ver un partido de fútbol entre niños de nueve y diez años. A mi hermano le gustaba jugar pero nunca se había atrevido a entrar en un equipo.
Cuando quedaba media hora de partido, se habían lesionado unos cuantos niños, y es que el otro equipo era muy bruto. Entonces no quedaba nadie en el banquillo y como mi hermano estaba sentado cerca, el entrenador le dijo que saliera y al menos hiciera lo que pudiese. Al final salió, marcó tres goles y ganaron. Todo el equipo lo celebraba y el entrenador le dijo de entrar en el equipo. Mi hermano aceptó aunque antes tendría que hacer unas pruebas. Al cabo de los días las hizo y ahora mismo está entrenando para su próximo partido.
Hemos pasado situaciones divertidas aunque también embarazosas.
Aunque todo nos ha ido muy bien, hay una cosa de la que no te he hablado: del idioma.
La mayoría de nuestros vecinos saben hablar inglés y dentro de mi grupo de amigos hay un español, David, que vino el año pasado de Madrid, y los demás se comunican conmigo en inglés.
Es muy difícil cuando nos intentamos comunicar, por ejemplo, en una tienda, en un restaurante o en el colegio. Pero bueno, todo es acostumbrarse.
Además mi madre sabe hablar muy bien inglés, aunque quiere aprender algo de alemán.
Noelia

0 comentarios: