Razones para leer

               Leer es un acto voluntario e  individual que exige concentración y silencio. Con estas premisas se entiende que la lectura, como ocio, tenga una seria competencia: los medios audiovisuales, que exigen menos al espectador o usuario. ¿Por qué no lee la gente? Desde luego porque prefiere otras formas de ocio, pero además suele escucharse : Leer me aburre o no lo entiendo. Esto ocurre porque se eligen mal las lecturas. No puede leerse El Quijote a los trece años o La ciudad y los perros de Mario Vargas Llosa a los 15. Hay lecturas (también películas) que exigen cierta madurez o mayor formación para poderlas entender y disfrutar. Existe, sin embargo, un libro apropiado para cada edad, para cada circunstancia, para cada persona. Preguntemos a nuestros padres, compañeros, profesores; consultemos las críticas de los suplementos culturales, echemos un vistazo a las revistas que existen en el mercado sobre libros: Delibros, Qué Leer, Lápiz… No están dirigidas a especialistas y tienen una presentación atractiva. Otra excusa para no leer suele ser: No tengo tiempo. Lo cierto es que , si queremos, podemos encontrar un hueco para hacer lo que nos gusta o interesa, basta con acostarse media hora antes y dedicar ese tiempo a leer . 

               Dejemos las excusas para no leer y vayamos a las razones para hacerlo, que son muchas:

-Leemos para pasarlo bien, para entretenernos, para pasar un rato agradable. La  lectura es una opción más de entretenimiento y diversión no incompatible con las demás.

-Leemos para saber más y comprender mejor. La información en el mundo actual es fundamental. Quién no lee está perdido, desorientado y no podrá triunfar en aquello que quiere.

-Quién lee desarrolla más la fantasía, suele tener  más ideas propias, suele ser más ocurrente y original. Con la lectura se abren espacios a la creatividad, se crean nuevas y originales imágenes en la mente, con lo que superan mejor las dificultades y se enfrenta uno  mejor a nuevos problemas.

-Leer para inspirarse, ya se trate de autores noveles o veteranos. Todo gran escritor ha sido gran lector. Muchas de las ideas para las obras que escriben les vienen leyendo a otros autores.

-Si leemos mejoraremos nuestra expresión oral y escrita, gracias al enriquecimiento progresivo de nuestro vocabulario.

-Nada mejor que la lectura para mejorar la ortografía. Es el método más eficaz,  junto con los dictados,  para no escribir textos con faltas de ortografía o sin tildes. Las palabras se van fiajndo en nuestra mente a medida que las leemos de forma repetida y en diferentes contextos.

-Con la lectura frecuente mejorará el rendimiento en el aprendizaje y los estudios. Cuanto más se lea mayores serán las redes de interconexión entre todo lo que ya se sabe y lo nuevo que se aprende.

-Leer nos ayudará a persuadir  y convencer mejor  a los demás  gracias a la palabra.

-Leer puede ser útil para sacar más provecho a los medios audiovisuales. Una palabra, en contra del dicho, puede sugerir mil imágenes, una imagen puede describirse con una sola palabra. Las imágenes, por otra parte, son fugaces, mientras que la letra impresa siempre está ahí. De esa manera podremos revisar o asimilar mejor lo leído. La lectura nos entrena para seleccionar y elegir mejor.

-Leer nos ayuda a instalarnos en nuestro mundo con un espíritu crítico y reflexivo.

-La lectura nos ofrece, para que las aprovechemos, las experiencias de otros, para revisar o recrear lo conocido desde nuevas perspectivas, para conocer mundos nuevos y viajar a mundos desconocidos . Así conocemos La Alcarria del siglo XX gracias a Cela, La Mancha del siglo XVII gracias a la pluma de Cervantes, La Inglaterra  o la España del siglo XIX gracias a Dickens o Galdós respectivamente, el mundo imaginario de Macondo leyendo a García Márquez o La India disfrutando de las obras de E.M. Foster.

-La lectura sirve para combatir la pobreza mental. Nos abre nuevos horizontes y evita la estrechez de miras.

-Reivindiquemos la lectura como terapia contra el aburrimiento, contra la depresión o el malhumor.

Así pues, ¡a leer!